No puedo con los criticones.
Aquellas personas que siempre te vas a encontrar en primera fila con el dedo índice bien afilado para señalar el error que acabas de cometer.
Cabrón, ¿acaso lo sabes hacer mejor?
Ven el fallo en casa ajena a la velocidad de la luz. Eso sí, sus cagadas no las ven ni envueltas en purpurina.
Los criticones también suelen ser procrastinadores y alérgicos al riesgo.
Les planteas una idea que te gustaría desarrollar e inmediatamente te sacan la D y la A del DAFO. Porque la F y la O son incapaces de verlas.
Quizás porque eso implicaría reconocer que existe la posibilidad que esa idea se pueda sacar adelante.
Y porqué intentar sacar algo adelante implica exponerse a ser criticados.
Los criticones criticados.
No, es más fácil ver a todo aquél que intenta hacer algo lo mejor que puede y crujirle a críticas negativas.
Criticones es una palabra que les describe bien, aunque hay otra que se me viene a la mente que también les sienta como anillo al dedo: quejicas.
¿Tu jefe quiere innovar en la empresa?
Deja de quejarte y poner pegas y empieza a pensar en cómo puedes aportar tu granito de arena.
¿Tu amigo de la infancia ha emprendido con su propio negocio?
No hace falta que le recuerdes lo complicado que lo tienen los autónomos en España. Ya lo sabe, te lo aseguro. Anímale y ofrécete en lo que pueda necesitar.
¿Tu madre que no ha hecho deporte en su vida ahora se ha apuntado con un grupo de gente que sale a correr?
Ya sabe que no tiene 20 años, que no está en forma y que hace falta constancia. No necesita a nadie que le diga eso.
¿Las grandes eléctricas han vuelto a batir récord de beneficios en un año?
Deja de quejarte y de repetir lo sinvergüenzas que pueden llegar a ser y empieza a pensar que puedes hacer tú para cambiarlo.
No vas a conseguir arruinarlas de la noche a la mañana. Tampoco tiene que ser ese el objetivo, pero a ver…
¿Estás pagando la energía al doble del precio de mercado o tienes un precio razonable?
¿La potencia contratada la tienes ajustada según lo que consumes o nunca te has molestado en comprobarlo?
¿Has buscado otras comercializadoras más humildes para ver si te ofrecen condiciones similares?
Lo que quiero decir es: menos criticar, menos quejarse y más pensar en qué puedes hacer para cambiar aquello que no te gusta.
Si antes que hacer autocrítica y mover el culo te dedicas a criticar a los demás, nuestras conversaciones serán breves. Muy breves.
De lo contrario, tengo algo que te irá como anillo al dedo para poner a dieta las facturas de tu casa.
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